Me conseguí a Adriana Asi convertida en un enredo, sacando cuentas con las manos. Murmuraba que si ya la Asamblea Nacional es de la oposición y ahora las calles pueden ser fácilmente "calentadas" en las figuras de los estudiantes, lo que faltaba ahora es un escándalo con los militares para justificar lo faltante. Me miró en el portal de la puerta, pero fue como si no acertara a precisar de que yo estaba allí, ensimismada en sus videncias.
De pronto orbitó los ojos, me reconoció y me abrazó. Me dijo que no tuvo necesidad de acudir a las cartas para lograr una precisión sobre el avatar del país. Contenta me condujo a su sofá hecho de flores e ingredientes naturales, pronunciando mi nombre y tomando mis manos.
Dijo con su lógica invencible de 2+2=4 que si ya la oposición tenía el poder civil, lo lógico es que se centrara ahora en el sector militar con apoyo de las fuerzas democráticas extranjeras. De forma que las fuerzas irrefutables del futuro, develadas en gran medida por la penetración de la lógica humana, la llevaron a declararme que en breve una partida de militares patriotas haría un pronunciamiento respecto de la dura situación de anarquía y falta de alimentos existente en el país. Reconoció que los EE.UU. habían estado acertadísimos con la implementación de la "Operación Desertor" que a través de la CIA implementó en Venezuela. Primero presentarán una grabación sin rostros a los medios, anunciando posiciones, y después los militares patriotas acudirán en fila a presentarse en un lugar público para declarar su desacuerdo con el gobierno, entregándose luego a las autoridades por el desacato cometido. Su eslogan sería: "Tendrán que apresar a todas las Fuerzas Armadas"
Sus manos sudaban, temblorosa, y así se fue hasta la cocina por un té de anís dulce para sosegarse. Me dijo que el futuro navegaba viento en popa para Venezuela y que pronto ya no tendría yo que hacer vaticinios mirando un monitor de cristal, sino de plasma, artefacto que ella misma me regalaría con la apertura de las importaciones y el libre mercado.